MARQ , MUSEO DE ARQUITECTURA
Tipología
INSTITUCIONAL
Superficie
250 m2
Usuarios
100
Status
Proyecto
Arquitectos
Germán Hauser, Daniela Ziblat, Lucas Wetzels
Año
2014
Programa
Pabellón para el Museo de Arquitectura
Ubicación
Barrio Norte, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
Reconocimientos
Segundo Premio, Concurso Nacional de Anteproyectos Pabellón Marq
Nuestra propuesta para ampliar el Museo de Arquitectura y Diseño, el MARQ, toma como base la dualidad entre lo material, particular y contemporáneo, y lo etéreo, universal y atemporal. La función del museo permite poner en evidencia esta dicotomía.
Si bien el funcionamiento moderno de un lugar de exposiciones se entiende como un espacio austero y atemporal que permite un alto grado de flexibilidad en su uso -lo cual lo hace universal– el hecho de ser un museo de arquitectura y diseño invita a expresar el valor transformador de estas disciplinas y a trabajar sobre temas fundamentales y particulares de las mismas. Es en el intersticio entre estos dos polos que se desarrolló el proyecto.
El MARQ en sí mismo es un espacio de encuentro entre el público y el arte. Más allá de ser un lugar de exposición, entendemos al pabellón como un sitio para albergar eventos y encuentros que generen y fomenten la comunicación del arte y el diseño al público en general.
Mediante la ubicación del principal espacio de eventos exteriores al lado de la Av. del Libertador y la propuesta de instalar rejas corredizas que permiten la integración del predio al espacio urbano, se pone en valor el jardín como un punto de encuentro entre la ciudad y el arte, tanto en su uso como jardín de esculturas, como en la visibilidad de los eventos organizados. Además de la forma icónica del pabellón y su ubicación estratégica, creemos que es este aspecto de integrar el museo como espacio cultural en el tejido urbano lo que hará que se instale en el consciente colectivo de los porteños.
A nivel de implantación, generamos una división funcional en el terreno que marca dos sectores. En el posterior, un sector de apoyos, que incluye los servicios sanitarios, el depósito y el estacionamiento, desde el cual se abastece al pabellón y al bar. Por otro lado, hacia Av. del Libertador, ubicamos el sector cultural, que incorpora las salas del edificio existente, el espacio único del pabellón nuevo y el jardín de esculturas. En la intersección de estos dos sectores, se encuentran el bar y una zona exterior-interior que sirve a la vez de conector de las distintas partes del proyecto y de área de exposición no permanente. Esta zona incorpora la escalera nueva, el sector exterior que vincula a los dos edificios y el semicubierto que se genera en el nuevo pabellón cuando se abren sus dos caras exteriores.
Constructivamente el proyecto busca minimizar la complejidad de ejecución y expresar el sistema constructivo adoptado. Las paredes del perímetro definen un apoyo lineal para las vigas de techo y, en el sector donde el largo de cubierta es mayor, ubicamos el núcleo de servicios, que posee capacidad portante, permitiendo el acortamiento de la luz libre.
En el interior del pabellón, con unos leves quiebres de cielorraso, demarcamos en el espacio único, varios sectores que se pueden usar de manera separada cerrando los paneles divisorios corredizos.